Por Juan Ramón Pineda
El físico británico Edward V. Appleton, resolvió el misterio de los desplazamientos de las señales de radio, a pesar de la curvatura de la tierra, al comprobar que la ionosfera, una de las capas de la atmósfera que rodea el planeta, situada entre 128 y 322 kms de altura, contiene aire electrificado, que actúa como un espejo gigante que refleja las ondas y las devuelve a kilómetros de su procedencia en sucesivos rebotes tierra-ionosfera-tierra. Como la densidad de la ionosfera se ve afectada por la luz solar, la recepción a larga distancia, tiende a ser menor por la noche.
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